
Son muy comunes los problemas con los hijos en cada período de su desarrollo evolutivo; algunos destacan por su gran complejidad, haciendo difícil su manejo para los padres y para el propio chico o chica que lo padece (por ejemplo, la escolarización, con la ansiedad que les produce la separación del seno familiar; la llegada de algún hermano o hermana, con el síndrome del “príncipe destronado”; o la etapa más compleja “por excelencia”: la adolescencia, con todos los cambios físicos y psicológicos que conlleva). Cada etapa tiene sus características y sus dificultades. Algunas de estas dificultades que podemos tratar en nuestra consulta, son:
- Problemas de relación padres-hijos.
- Problemas de comportamiento (desobediencia, oposicionismo, conductas desafiantes, conductas autolesivas…)
- Ansiedad por separación.
- Trastornos de la eliminación (enuresis, o emisión involuntaria o intencional de orina durante el día o la noche; encopresis, o emisión involuntaria o intencional de las heces).
- Fracaso escolar.
- Dificultades del aprendizaje (dislexia, o dificultad con la lectura que impide su comprensión correcta; disgrafía, o dificultad con la escritura, con la forma y el trazado de las letras; discalculia, o dificultad específica con los cálculos matemáticos).
- Tratamiento del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Prácticamente en todos estos casos, se hará necesario trabajar con los padres pautas para manejar el comportamiento de sus hijos, para instaurar normas y límites educativos, estimular las conductas positivas, manejar una comunicación familiar eficaz, facilitar la expresión emocional de los niños y niñas de manera adecuada, etc. Se tratará también de promover tiempo de ocio y actividades lúdicas en familia, puesto que esto ayudará a estrechar vínculos y a pasar tiempo de disfrute juntos, asociando el entorno familiar con sentimientos positivos. Es tremendamente saludable hacer de esto un hábito desde edades muy tempranas.
En cuanto al tratamiento de las dificultades de aprendizaje y el TDAH, requerirá trabajar ejercicios concretos para entrenar cada una de las habilidades que hay que fomentar en el niño o niña, por ejemplo, la atención en el caso del TDAH, además de indicaciones y pautas para los profesores, en el ámbito de la escuela y, por supuesto, para los padres en el ámbito del hogar.